miércoles, 27 de agosto de 2014

LUEGO DE DOS AÑOS, SE ANUNCIA EL FALLECIMIENTO DE MARÍA T-TA EN ALEMANIA


Tuvieron que pasar dos años y pico para que se anunciara públicamente -la noche del domingo 24 (aquí y aquí)- lo que ya algunos subtes sabían de oídas desde hace algún tiempo: el fallecimiento de María T-ta en Alemania el 23 de marzo de 2012, debido a un cáncer de páncreas detectado apenas meses atrás. La propia madre de Patricia Roncal -su nombre verdadero- se lo había confirmado a Sebastián Corzo en setiembre del año pasado, sin que luego se diera a conocer oficialmente su deceso, quedando en simples rumores o trascendidos que hoy finalmente llegaron a su fin.

El rock peruano, a pesar de los dos largos años transcurridos, está de duelo. Abundan hoy los comentarios en las redes sociales, por montones en realidad, hablando de lo grande que fue Patricia, de su manera de adelantarse al tiempo que le tocó y nos tocó vivir a todos. Porque lo suyo no fue tan sólo el enfrentarse, como subte, a la crisis y la violencia de la sociedad peruana de la década de los 80 sino, sobre todo, su choque contra la incomprensión y el machismo de un buen sector de la propia movida del Rock Subterráneo. ¿Tuvo algo que ver su alejamiento total del Perú y de sus ex compañeros de ruta en el rock con esto? ¿Cuál fue la razón de fondo para cortar todo contacto con la gente que alguna vez la trató, al punto de morir en en otro continente sin que se sepa nada hasta dos años después? Preguntas para las cuales tal vez no haya respuesta segura a menos que vayan apareciendo los testimonios de posibles amigos, peruanos o extranjeros, que la trataron durante su largo auto exilio europeo.

Hoy vemos como, al revés de lo que sucedió durante tanto tiempo, su figura y su legado no han hecho sino crecer y crecer, al punto que podemos sostener, con toda seguridad, que se trata de la más grande, original y talentosa figura femenina que ha dado el rock peruano hasta el día de hoy, y ello a pesar de la muy mala calidad de las grabaciones de la época, hecho que lamentablemente no ayuda mucho a la hora de difundir de su obra a otro nivel.

Patricia, como antes Edwin Zcuela, Cocó Revilla, el Omiso, Kilowatt, Matute o Leonardo Bacteria, no está más en este mundo. Perdura, en cambio, en la memoria y el recuerdo de todos los subtes de aquellos años inolvidables. Patricia ya es leyenda.