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martes, 10 de junio de 2014

UN CUARTO DE SIGLO DESPUÉS: EL FINAL DE LA «JATO HARDCORE» DE BARRANCO (JUNIO 10, 1989 /2014)


Parece increíble estar hablando de veinticinco años, pero ese es el número de años que conmemoramos justamente el día de hoy. Se trata no solamente del final de uno de los locales históricos -y legendarios, por añadidura- de la movida del Rock Subterráneo limeño, sino aquel que simbolizó para la gente de la época todo lo que fue y representó la llamada Escena Hardcore de Barranco.

Esa noche en particular fue doblemente importante pues se trató, a su vez, de otra clase de fin, esta vez para dos bandas muy destacadas. Una de ellas, Sentido Común, no pisaría nunca más un escenario (dos de sus miembros formarían al año siguiente Producto de Ira o PDI, rescatando varios temas de su anterior agrupación), en tanto que para la otra, nada menos que G-3, se trataría, en la práctica, del final de su primera etapa (no volverían a tocar en vivo sino hasta diciembre de 1992).

Vayan, pues, estos videos con los audios del concierto
como un tributo en una fecha tan especial como esta.

Hardcore, carajo!!





























jueves, 12 de septiembre de 2013

CONCIERTO SUBTERRÁNEO CON EUTANASIA Y SOR OBSCENA, ORGANIZADO POR LOS EX KLOAKA (1989)

Exactamente un año después de la última posteada -la cual hacía alusión a la conmemoración de los veinte años transcurridos desde la desaparición de la movida del Rock Subterráneo-, retomamos el proyecto del blog con la intención de no abandonarlo más. Así que, sin mayor trámite, presentamos una nota publicada en un diario de circulación nacional el año de 1989, referido a un concierto organizado por ex miembros del ya por entonces desaparecido movimiento poético 'Kloaka' en el centro de Lima y en cual se presentaron las bandas Eutanasia y Sor Obscena.

Las gracias a Nicolás Morales, guitarrista de Eutanasia, quien nos facilitó muy gentilmente la copia que hoy reproducimos.


VIAJE DE SUBTERRÁNEOS EN LA KLOAKA
TARDÍO HAPPENING ASOLÓ LIMA (por Alberto BOURONCLE)

El objetivo era la toma ritual de la plaza San Martín bajo un confuso llamado de «Canto a la vida», pero los sucesos de la plaza Manco Cápac obligaron a un cambio imprevisto. Roberto Bernal, nuestro reportero gráfico, ya intuía esta reacción cuando cruzábamos por las inmediaciones de la torre de Lima. En la plaza, un grupo de personas rodea a un músico botellero mientras un guardia saca a unos chiquillos de la pileta. Al fondo, una solitaria tanqueta nos recordaba la inminencia del paro armado. Pero también está la gente caminando despreocupada, pasando su feriado en la plaza San Martín. Algo se avecina.

Después de un rato recidimos ir a la dirección de los hechos: los altos del cine Le París. Junto a los afiches de «La tía de Mónica» están los de «tanatos go home». Tenemos que cruzar la cortina metálica que vigila un atemorizado guachimán. En la puerta hay gente, el lugar les parece raro, pero esperan una señal.

Más allá de la puerta está PP-Lucho del grupo NN conversando con Mary Soto. Entramos junto con una collera de «punks» o subterráneos. La estrecha escalera tiene pistas a ambos lados; un «pollo» para cada lema es la respuesta de los subtes.

En el segundo piso hay más gente, el color predominante es el negro, algo fúnebre para un canto a la vida. Algunas botellas de Cien Fuegos, vacías y a medio tomar, parecen ser preludio de una juerga brava, un «happening» a carta cabal.

Esta es la respuesta a una situación en la que impera la muerte, queremos hacer un homenaje a la vida, nos dice Mary Soto -ex Kloaka- abrazando a su pequeña hija. Son las cinco y media y la gente todavía sigue llegando. Por allí se aparece Roger Santiváñez, poeta todo de negro con lentes oscuros. Este es un evento que no busca institucionalizarse, ha surgido por la coyuntura, es espontáneo. Lo que esperamos es volver a coincidir, tercia Mary.

El local ha sido prestado gratuitamente por un mecenas. Aquí funciona una academia preuniversitaria así como una pequeña escuela de arte. Domingo de Ramos, vate subterráneo, es uno de los organizadores; él se encuentra resentido por la forma en que se le adjetivó después de los sucesos de la embajada soviética. "¿Cómo voy a faltar a Pablo Guevara si él ha presentado mi libro?", trata de disculparse.

A las seis de la tarde el pequeño local está casi lleno y se puede notar las diferentes colleras. Un grupo de chicas sanmarquinas conversan casi a la entrada; se enteraron de esta performance cuando caminaban por la Colmena buscando algo que hacer. Afirman que les parece buena idea hacer un espectáculo por la vida. "Esto se parece a lo que se hacía en la Carpa Teatro, hasta se ven las mismas caras", dicen entre mohines.

Al parecer, se trata de hacer un rescate de la estética de los ochenta aunque algunos de los exponentes parecen pertenecer a la generación anterior. Es evidente que no existe una corriente definida, cosa que los participantes destacan con orgullo.

El programa empieza con Clara Petrozzi al violín. Le pasó la voz César Ángeles y a ella le pareció bien la idea de hacer un homenaje a la vida. En su presentación se refiere a la aparente contradicción de "tocar a la vida" con música de compositores muertos hace tanto tiempo. Tres piezas después, subtes e intelectuales por igual aplauden a rabiar. El auditorio está a tope y es el turno del grupo Eutanasia, que se presenta con una posición crítica (empezando por el nombre). Lo hacen muy bien, tienen fuerza y ritmo, admás cuentan con su hinchada incondicional. Terminan de tocar y se quitan con ellos la mayoría de panqueques.

"Dicen que es un recital por la vida, pero mirarles las caras todos seriazos parece un velorio", nos dice el vocalista Kike 'Excomulgado', "y disculpa, pero hace frío y queremos tomar unos tragos pa' calentarnos".

El turno es del grupo Sor Obscena. Ellos hacen una música con apoyo del teclado, no tiene la fuerza de Eutanasia pero sí algo más de técnica. El micro de la voz es muy malo y los textos no se entienden para nada. En la sala del costado ya hay un pasafdo de vueltas y casi hay bronca, pero Mary soluciona el incidente.

Entre tanto, los poetas aguardan su turno para leer. Por allí están Rafo Dávila, César Ángeles, Edián Novoz, Domingo de Ramos y el propio Santiváñez. Antes le toca el turno a un grupo de teatro Ulkadi, que empieza con música de Pink Floyd. «Time», la obra, al parecer creación colectiva, quiere demostrarnos el fracaso del esquema del "flower power" frente a la realidad cotidiana enfrentando a un burócrata ansioso por no llegar tarde a un trabajo y a un hippie excesivamente irónico. El resultado es contradictorio y las no-respuestas del hippie parecen más convincentes que el drama del burócrata. Después de leer un largo y aburrido manifiesto, la gente aplaude; "no han debido aplaudir", alega el actor Memo Gutiérrez, "métanse sus aplausos al poto".

Cuando les corresponda a los poetas leer, más de la mitad de la gente ya se ha ido. Son casi las nueve y algunos se muestran un poco desilusionados, pero sólo un poco. Saben que lo suyo es lo más difícil, que no atraen multitudes.

Quizá hicieron mal en dejar las lecturas para el final, pero así se evitan las iras de los subtes que suelen ponerse violentos a la menor provocación. "Ya los vamos a tranquilizar", asegura Domingo.

Fuente:
El Nacional (Lima), nov. 5 de 1989, pág. 43. Las fotografías de la nota original son de Roberto Bernal.

sábado, 28 de noviembre de 2009

EL PRIMER CONCIERTO en la «JATO HARDCORE» de BARRANCO (por ARMANDO MILLÁN)

Pocos locales generan tanta nostalgia entre los viejos subtes como la «Jato Hardcore», último reducto de la escena barranquina. Conocida, también, como la «Jato de Barranco» y la «Casa Verde», pues por esos años no tenía nombre oficial, vio pasar durante el año y medio que funcionó como local de conciertos a un buen número de bandas: consagradas como G-3 y Kaos; y nuevas, como Sentido Común, D.R. Hardcore, Bazofia, Enemigo Público, Situación Hostil y Desarme, habiendo debutado ahí mismo algunas de ellas. Junto a «Los Reyes Rojos», la Jato fue testigo, también, de loa primeras tocadas conjuntas entre hardcores y thrashers, siendo invitadas bandas como Curriculum Mortis, Sepulcro, Kranium e INRI.

Los textos fueron escritos por Armando Millán, bajista de Kaos General, quien los publicó en el blog oficial de la misma banda.


PRIMER CONCIERTO EN LA JATO HARDCORE


Este es el afiche del primer histórico concierto en la «Jato Hardcore» de Barranco. Vean que ya marca más de veinte años... ufff. Si mal no recuerdo la imagen fue calcada de un concierto hardcore italiano y nuestro baterista, Coco, la adaptó a nuestro medio. Algunos reconocían rostros habituales de los conciertos, pero eso no está comprobado. Los parecidos con la realidad podrían ser solo coincidencias. Como se aprecia, el precio de la entrada costaba cincuenta intis!!! (¿cuál será el equivalente ahora?) y tuvimos que colocar un planito de la ubicación de la casa para evitar confusiones. La casa pertenecía a la familia Andrade, grandes amigos de la escena, y nos la alquilaban por un precio bastante módico, vale decir. Raúl Andrade, entonces, un muchachito de doce años (sí, doce) nos acompañó generosamente a armar estos conciertos durante dos años. Los ingresos de los conciertos alcanzaban con las justas para alquilar los equipos, pagar algún sencillo a los grupos e invertir en algunas mejoras elementales en la casa. El primer concierto, por ejemplo, para los que lo recuerdan, fue sin estrado. Los grupos tocaban al ras del piso y era difícil verlos tocar. Pensábamos que iría muy poca gente, por lo que no habría problema, pero la «Jato Hardcore» siempre atrajo mucho público y fácil llenamos ese día con ochenta o cien personas. En las ocasiones de mayor afluencia contamos con 150 personas y la pobre jato ya no daba más. Este afiche es un clásico.


POSTALES DEL 88: JATO HARDCORE


Me apuro en colgar algo del material que se está acumulando en mi computadora. Coco me pasó hace tiempo las fotos que ilustran este pequeño artículo. Se trata de imágenes del primer concierto en la «Jato Hardcore» de Barranco, en el histórico verano del 88. Como ya se ha dicho en posts anteriores, la Jato quedaba en la segunda cuadra de la avenida San Martín, a unos cuantos metros de la plaza principal de Barranco, y en la misma cuadra de la comisaría del distrito. Era de locos tocar "Botas militares" o "Toque de queda" al costado de los tombos, jajaja, pero la verdad es que hubo condescendencia mutua. Nos nos metíamos con ellos y ellos tampoco con nosotros. En ese primer concierto hicimos las gestiones ante la cómica para no tener problemas, es decir, presentamos nuestros papeles y nos dieron un ‘permiso’ para hacer el concierto. No queríamos que los tombos aparecieran en medio del chongo y finiquitara el evento. Nunca volvimos a presentar papeles, nunca fue necesario, a pesar que alrededor de la Jato pulularan varias decenas de gente con casacas negras, botas de cuero, bandanas, cadenas, etc.


En las fotos se aprecia el ambiente de la época. Fiel al estilo familiar en que tocábamos con gente amiga y también con gente desconocida. Era un espíritu de autenticidad que se compartía con ánimo contestatario, rebelde y libertario. Creo que los asistentes percibían lo mismo, ya que la jato se llenó casi siempre de cabo a rabo. En la foto parece que Marciano cantaba en medio de la gente, pero lo que ocurrió es que en ese primer concierto no teníamos propiamente un escenario, solo un pequeño tabladillo de diez centímetros de altura en el que se confundían los músicos con el público. Luego tuvimos que cambiar ese tabladillo que habíamos adaptado con un par de puertas y maderas que habíamos encontrado en la Jato. El otro tabladillo fue construido con donaciones y trabajo de los propios músicos, pero ya lo hicimos en otro lado de la sala.


En ese primer concierto de la «Jato Hardcore», se anunciaron cinco bandas además de Kaos General: los ositos de Kaoz, Sentido Común, Profetas del Carajo, Curriculum Mortis y los G-3. Me parece que los G-3 fueron los que cerraron el concierto, aunque no estoy seguro si Profetas llegó a tocar. Recuerdo que sentí el concierto con mucho desorden (el tema del tabladillo a ras del piso lo hacía incómodo) pero el balance final fue genial. Habíamos podido sacar adelante un concierto por nuestros propios medios, en una casa que administrábamos nosotros.


Sin embargo, no era fácil hacer conciertos en esa época, estábamos en medio de la crisis de los "intis" del primer gobierno de Alan García, ese mismo año comenzaron los primeros paquetazos del gobierno aprista, que llevaron a nuestra economía a cifras inflacionarias de cuatro increíbles dígitos. No sé cómo sobrevivíamos en esa época, con los precios tan cambiantes. Lo cierto es que pasaron fácil unos cuatro meses antes que volviéramos a organizar otro concierto allí. Después de ello, ya tuvimos una seguidilla de conciertos hasta que a mediados de 1989 todo llegó a su fin, como hemos comentado anteriormente.


Ya se ha dicho que los conciertos en la Jato solían ser un horno. Las paredes y el techo terminaban sudando, así como los músicos y los asistentes, tal como se aprecia en las fotos. El recorte del fanzine Legión Termonuclear, testimonio de la época enviado por el Chino Jarkor, sobre un concierto posterior en agosto del mismo año, así lo atestigua. Pero creo que a los que sacamos adelante la Jato de Barranco, y disfrutamos de las tocadas en ese sitio, poco nos importaba el calor. Había mucho más por compartir y disfrutar. Un saludo a todos aquellos que lo vivieron igual.


Fuente:

Kaos General (blog), set. 20 de 2008 y may. 17 de 2009.

domingo, 3 de mayo de 2009

COMENTARIO DEL POETA JULIO CARMONA SOBRE UN FRUSTRADO CONCIERTO SUBTERRÁNEO EN LA UNIVERSIDAD DE SAN MARCOS EN 1985



Gran satisfacción nos causó el comentario que acabamos de recibir de parte del poeta Julio Carmona, directamente implicado en el debate producido en la Ciudad Universitaria de San Marcos entre militantes de izquierda y miembros de algunas bandas de Rock Subterráneo, el mismo que culminó con el desmantelamiento del escenario montado por los segundos. Reproducimos a continuación el comentario que figura ya en el post que publicáramos el 10 de mayo del año pasado:
 
“Recién hoy me he encontrado con este blog en el que se me menciona. Por supuesto no voy a «defenderme» de lo expresado ahí. Sólo diré que no se ajusta a la verdad. El hecho fue que en el escenario que se había montado, figuraba una svástica (el símbolo nazi), lo cual para muchos de los estudiantes que participamos en esa protesta nos pareció no sólo una provocación sino un insulto a la democracia misma. De tal suerte que la reacción no fue propiamente contra la música misma, sino contra esa manifestación icónica, injustificada. Lo lamentable está en que el debate se desvió hacia una confrontación entre la música peruana y la música norteamericana. Y ese sesgo del debate distorsionó todo. Algo similar había ocurrido años antes con Santana, que mereció rechazo no por su música sino por su ostentación de drogadicto.

Si todo eso, visto a la distancia, resulta reprobable, creo que debería ser juzgado con los aspectos propios de la época, que la distancia y el tiempo suelen adulterar. Si en la actualidad se volvieran a repetir esos hechos con las mismas condiciones, yo volvería a intervenir, pero como lo hice entonces, sin recurrir a la violencia sino al diálogo que fue lo que finalmente se hizo (sin recordar ahora cómo ni por qué resulté designado para defender la posición de rechazo). Con todo respeto, sin improperios.

Gracias, de todos modos por recordar esos hechos que son parte de la historia de San Marcos, y que no denigra sino enaltece a la música rock (a la que respeto) si es que su intención entonces no fue la de hacer una apología del fascismo al difundir su símbolo. Es todo. 

Julio Carmona”.

domingo, 13 de julio de 2008

LA FINAL DEL CONCURSO DE ROCK NO PROFESIONAL EN LA REVISTA «TELE GUÍA» (1987)

Hacia mediados de la década del 80, la revista peruana de espectáculos por excelencia era, indudablemente, Tele Guía. Por sus páginas desfilaban los integrantes de nuestra farándula chola: actores de teatro y televisión, vedettes, cantantes de todos los géneros y, por supuesto, las bandas de la escena de rock comercial. Aunque muchos no lo recuerden, o no quieran recordarlo, también aparecieron ahí algunas reseñas dedicadas al Rock Subterráneo, como la que presentamos en esta ocasión.

Tomando como excusa la final del 1er Concurso Nacional de Rock No Profesional, el anónimo autor de la nota reflexiona brevemente sobre el desarrollo y crecimiento de la movida subte, aunque llega a confundirla con la movida del heavy metal como si se tratara de un solo movimiento; la escena del metal banger, en la que terminaron incorporadas de facto muchas bandas subtes a inicios de los 90 por un elemental instinto de supervivencia, aun no existía. El optimismo apreciado en el texto duraría muy poco pues, como sabemos, fue durante el Concurso organizado por la revista Esquina que el Rock Subterráneo alcanza su más alto pico, viéndose afectado, en lo sucesivo, por la crisis económica hiperinflacionaria del primer gobierno alanista y sufriría las consecuencias de sus propias divisiones internas. Pero esa es otra historia.

EL GRITO FINAL

Muchas cosas quedaron aclaradas el sábado 10 de octubre en la final del Primer Concurso de Rock No Profesional realizado en el Campo de Marte y que dio como ganador a Voz Propia: que el rock subterráneo ha evolucionado dejando atrás el pésimo sonido ofrecido por ellos durante mucho tiempo; que los músicos han avanzado kilómetros como tales; que los estilos que transitan por esa corriente aumentan en cantidad y calidad; que dentro de esas corrientes la que más adeptos congrega es el rock pesado; que en un futuro no muy lejano los subtes “gozarán” de los “privilegios” que otorga la difusión radial y los conciertos multitudinarios y que, pese a esto, ellos siguen en un obcecado y ciego enfrentamiento con algunos rockeros locales como Río, Feiser y Danai, tildándolos de “enemigos” y tirando por tierra lo antes mencionado. Que la meta final y los caminos empleados para llegar a ella sean diferentes en algunos puntos no les otorga el derecho de crear un ambiente hostil en el rock local y que, lamentablemente, proviene de ellos mismos.

Fuente:
Tele Guía (Lima), 1987.

martes, 10 de junio de 2008

FRANKLIN JÁUREGUI Y EL «ROCKACHO» DE 1986: un CONCIERTO para la HISTORIA (2007)

Uno de los más importantes conciertos subterráneos de 1986, y posiblemente de toda la historia de la movida, fue el llamado «Rockacho», organizado en la bicentenaria Plaza de Acho por Franklin Jáuregui Foronda, director de la recordada revista Esquina, y el «Negro» Jorge Acosta, del grupo Del Pueblo quienes parecen no ponerse de acuerdo en cuanto al mérito de la organización–, con una asistencia de público que se contó por miles a pesar de los obstáculos que obligaron a una postergación del evento. El artículo que viene a continuación pertenece, precisamente, a Jáuregui, quien en la actualidad reside fuera del país.


EL MÁS GRANDE FESTIVAL
ROCK DE TODOS LOS TIEMPOS


Esta debería ser la mejor historia de mi pasado como productor de eventos rockeros, y en parte lo es, pero también es la más triste, porque me recuerda lo injusta y, en parte, decadente sociedad en la que vivimos. Se llamó «Rockacho», y para mí, y seguro que para otros, fue el más importante festival de rock peruano que se realizara en la década de los ochentas (siempre y cuando no se dejen sorprender con las mentiras y fantasías de los reportajes sobre el rock peruano de Álamo Pérez en la Luna).

Esto ocurrió en abril de 1986, durante los inicios del peor gobierno de la historia del Perú, y surgió a raíz del lanzamiento de la revista Esquina, para lo cual no se nos ocurrió mejor idea que hacer un súper concierto para celebrar el número uno de esta nueva revista que surgía de las cenizas de Averok. Y que mejor lugar para realizar este concierto masivo que en un lugar gigantesco, como lo es la Plaza de toros de Acho. Recuerdo que cuando fui a alquilar el referido coloso taurino, junto al negro Acosta, las autoridades apristas de entonces no querían alquilármelo porque decían que yo era casi un adolescente y que, como era monumento histórico de la ciudad, no podían arriesgarse a que algo pasara, yo tuve que insistir e incluso llamar a mi querido tío Toti Fajardo, uno de los pocos apristas decentes de entonces, quien tuvo la gentileza de garantizarme y así conseguir el ansiado contrato.

Entonces hablamos con Andrés Silva, quien tenía unos súper equipos de sonido y luces para la época, quien también acepto participar. Luego, el siguiente paso fue asegurarnos la participación de los mejorcitos grupos de entonces quienes, en su mayoría, recién daban sus primeros pasos como: Leusemia, Zcuela Crrada, Del Pueblo, Masacre, Eructo Maldonado, Flagelo, Éxodo, Temporal y Seres Van.

Ya todo estaba listo para ese sábado 26 de abril, incluso habíamos diseñado unos afiches gigantescos en serigrafía, con un toro punkeke que impresionaba a todos los que lo veían. Pero quien se imaginaría que, a última hora, se le ocurriría a Pilar Nores, la esposa de Alan, utilizar la Plaza de Acho para un acto proselitista y así, horas antes que empezara nuestro concierto, llegaran varios búfalos armados hasta los dientes y con improperios nos botaron a patadas del lugar, sin importarles que en esos momentos vieran llegar a miles de jóvenes de todos los distritos limeños. Quizá ese fue uno de los días más tristes de mi vida, por sentir en carne propia como el abuso del poder podía pisotear los derechos de los ciudadanos que cumplían todos los requisitos de ley. Incluso las autoridades de la Beneficencia Pública de Lima, quienes nos habían alquilado la Plaza de Acho, no pudieron hacer nada y sólo les quedo disculparse, y extendernos un nuevo contrato otorgándonos una nueva fecha, uno o dos sábados después, no recuerdo bien.

Así que, amiguitos, ya se imaginarán que esa tarde tuvimos que pegar carteles por todo Lima, informando de la nueva fecha y, posteriormente, hacer una nueva inversión para una nueva campaña publicitaria. Yo imagino que hubiéramos llenado completamente el coso taurino en la fecha original, porque nunca en mi vida había visto a tanta gente llegar para un concierto. Pero de todas maneras, los casi 10,000 que asistieron a la nueva fecha nos llenaron de felicidad y al final lo más importante fue que logramos realizar el festival «Rockacho», "el más grande festival rock de todos los tiempos", como lo denominamos entonces, y es muy reconfortante para mí, cuando alguien hace mención de que estuvo en ese festival o cuando alguien me entrevista para saber sobre la historia del rock peruano y me pregunta sobre este recordado concierto.


Fuente:
Revista Esquina (blog), nov. 27 de 2007.

lunes, 19 de mayo de 2008

"(MI) LEUSEMIA": ROGER SANTIVAÑEZ y el regreso de la LEYENDA (1995)

A principios de 1995 se anuncia lo impensable: dejando de lado sus diferencias, los integrantes de Leusemia deciden unirse nuevamente y volver a los escenarios tras nueve años de receso. Con este motivo, Roger Santivañez, miembro fundador del grupo poético «Kloaka» y amigo de la banda, publicó el comentario que sigue en un diario de circulación nacional.

EL RETORNO DEL ROCK SUBTE
(MI) LEUSEMIA

Una noticia recorre los subterráneos de la ciudad: se ha reunificado Leusemia, el mítico conjunto de rock que inició la movida subte en 1985. Es una buena ocasión para recordar a Kilowatt hablándome del conjunto como la novedad de la música juvenil peruana. En 1983 y 1984 el rock se había estancado; la revista Ave Rock decidió resolver la situación de vacío organizando el concierto llamado Ataca Lima, rock subterráneo, con Del Pueblo y Leusemia. A partir de allí, un vasto movimiento musical se desarrolló en todo el territorio. Sólo en Lima este movimiento llegó a reunir más de cien bandas a lo largo de las fechas del concurso del rock no profesional de la revista Esquina en 1987.

Al principio fue Leusemia y Narcosis. Este último grupo debutó en la discoteca Carnaby de Miraflores, famosa y clausurada por la muerte por sobredosis de una subterránea en minifalda de cuero negro, en manos de una collera de subtes. Luego vendrían Autopsia, Guerrilla Urbana, Flema, Excomulgados y Zcuela Crrada. Era una sola mancha negra que asolaba los conciertos de rock comercial y también los bares de intelectuales barranquitos. Pero esto no impedía que ciertos catedráticos universitarios participaran de las reuniones subterráneas. Recuerdo a María Burella de la Universidad Ricardo Palma corriendo con un subte llamado Pelo Parado, huyendo de los disparos de la Guardia Civil que destrozó el concierto Rock en Río Rímac en Abajo el Puente, distrito leusémico, ya que los hermanos Montañez son rimeños. Así como los hermanos Daniel F y Kimba son mironianos. O sea, más limeña no puede ser Leusemia. De allí brota la canción “Para Lima (Astalculo)” –emblemática– tal como “Oirán tu voz”, “Diarrea” o “Rata Sucia”.

Hacia 1987 el movimiento subterráneo se dividió entre pitupunks y subtes. Pero ya era un asunto de masas. Ya no se trataba de una élite punkera o pancracia, como se decía, sino que la idea se había propagado entre cientos de jóvenes. Nuevos vientos han venido a refrescar el ambiente subterráneo de Lima. La revista Esquina, que nació junto con este movimiento, viene organizando desde el año pasado el «Condorock» de la Carpa Teatro del puente Santa Rosa de Lima. Grupos como Radio Kriminal, Psicosis y Azules Moros son algunos de los nuevos nombres que ya se hacen sentir. Pero lo más interesante ha sido la reunificación de Leusemia ocurrida en el Mamani Pub de la calle Quilca en un recital de poesía y rock organizado por Piero Del Pueblo. Allí, Montañez y Daniel F se volvieron a juntar para delicia de sus fanáticos. Kilowatt interpretó, asimismo, unos temas de Leusemia. Mas la confirmación masiva de que Leusemia está vigente en el corazón y en los sueños de los jóvenes de vastos sactores populares, se dio en la Carpa Teatro, una noche maravillosa de enero de la cual tengo ya el poema. Gracias, Leusemia.

Fuente:
Expreso (Lima), feb. 19 de 1995.

sábado, 17 de mayo de 2008

LOS INICIOS DEL GRUPO «DEL PUEBLO»: la verdad según JORGE el «NEGRO» ACOSTA

A continuación una excelente entrevista realizada por Jorge Alberto Miyagui Oshiro (Lima, 1978), pintor graduado en la Facultad de Artes de la PUCP, a Jorge Acosta, ex militante comunista, director del Centro Cultural «El Averno» y miembro fundador del histórico grupo de folk-rock (hoy le dirían «rock fusión») Del Pueblo –base de las posteriores agrupaciones 'Del Pueblo Del Barrio' y 'Del Pueblo y Del Barrio'– el cual, pese a no ser propiamente una banda de Rock Subterráneo, participó en la movida subte desde sus inicios, identificándose con gran parte de su discurso y su actitud. La entrevista se realizó el 20 de junio de 2006 en el mismísimo «Averno»...


"A COSTA DE PUNCHE Y CORAJE":
ENTREVISTA A JORGE ACOSTA, DIRECTOR DEL CENTRO CULTURAL «EL AVERNO»

-Una vez me dijiste que para ti el rock peruano no existe…

Existen grupos peruanos que hacen rock. Si un grupo inglés toca huayno, no lo llamaríamos “huayno inglés”, serían grupos ingleses que tocan “huayno peruano”. Siempre en el Perú los jóvenes que empiezan en la música han mirado primero hacia fuera, nunca hacia adentro. En eso los medios de comunicación influyen mucho: aquí la gente que escribe siempre dice: “tal grupo es excelente porque se parece a tal grupo”. La idea de los jóvenes es parecerse a los grupos de afuera y esa directiva la dan los intelectuales, la gente que trabaja en los medios, gente que saca libros y que siempre gana algo con el rock nacional. No sólo se da en la música, se da en todo: la falta de identidad. Para construir el futuro necesitas conocer tu pasado. El presente se construye con lo mejor del pasado. Sin embargo hay una vertiente en el rock nacional que sí ha dialogado con otras formas musicales locales, me refiero a El Polen, Del Pueblo, La Sarita, Los Mojarras.

-¿Encontrarías ahí la línea de lo que podría llamarse «rock peruano»?
Sí, para calificar algo de auténtico tiene que tener valores o raíces en el lugar donde se da. La corriente de lo que vendría a ser el Rock Peruano viene de los años 70, dos o tres grupos que hacían fusión: El Polen, Traffic Sound, Telegraph Avenue… estos dos últimos tocaban en inglés pero le metían algunas cosas de ritmos andinos.

-¿Cómo empezaste tú en esto de la música?
Yo vengo de los años 70, hemos estudiado juntos desde el colegio con gente de Los Yorks. Estábamos en la banda de música con Walter de Paz, primera guitarra de Los Yorks y el negro Pablo Luna, que vivía en el Rímac primero y después se fue a Ancón. Una amistad de años, paraba con ellos en las matinales, fiestas, reuniones. Estuve muy cerca de la movida del rock de esos años.

-¿Y quienes eran tus referentes musicales en esa época?
Varios: The Kinks, unos grupos italianos, etc. Después vino la onda de los Beatles, la psicodelia, que siempre escuchábamos. Pero yo siempre pensaba cómo podíamos hacer una cosa más auténtica, más peruana. Tuvimos un grupo de rock con amigos del barrio, se llamaba La Tropa Loca y sus Zanahorias Verdes. Después a uno de ellos, Franco, lo llevé a Del Pueblo, era guitarrista y lo transformé en charanguista.

-¿Y cómo conoces a Piero Bustos, vocalista de Del Pueblo?
Del 79 para el 80. En esa época yo pertenecía a la juventud del Partido Comunista - Patria Roja. Allí conocí primero a Richard Silva, a Enrique Ráez, el verdadero Ráez. Ese pata sí era compositor, un extraordinario músico del Rímac, tío de Rafo Ráez, ha fallecido hace unos tres años en Brasil. Ha escrito obras de teatro, de música, etc.

-¿Del Pueblo se forma como parte del aparato de Patria Roja?
Claro. Todos los integrantes éramos miembros del Partido. En esa época Patria Roja era grande y los dirigentes siempre bajaban a las bases, barrios populares para hacer trabajo político y la idea era tener un grupo musical político partidario. Así nació Del Pueblo y no sé por qué Piero niega ese origen y cuenta como que todo empezó en Matute.

-¿Será porque todos iban a ese barrio?
Sólo Piero y Richard Silva. Yo iba a cachar nada más. Pero los ensayos eran en el local del Partido.

-Pero yo he escuchado las primeras canciones de Del Pueblo y no parecían obedecer a directivas partidarias…
Es que en el grupo ha habido varias divisiones. La primera división fue entre Enrique Ráez y Richard Silva. Yo la razón se la doy a Ráez. Acordábamos tocar en un mitin tres temas de Ráez y tres temas internacionales. Y en el escenario Richard no respetaba los acuerdos y terminábamos tocando sólo un tema de Ráez. Arriba no podías discutir pero tocábamos con cólera. Entonces Ráez se quita y yo hablo con Piero y quedamos en que Ráez tenía la razón. Al final yo soy el único que se quita con Ráez y Piero se va con Richard.

-Pero han seguido tocando juntos, ¿no?
Es que después el grupo se distanció y en el Partido otra vez nos encontramos, un poco que se relajó la vaina, Richard me convocó, yo en esa época estudiaba en el Conservatorio, tenía ganas de tocar, terminé exámenes finales y me metí al grupo. En esa época llamaron también a Ángel Urdániga, ahora profesor del Colegio Salesianos, y también tuvo problemas con Richard y se salió.

-¿Había una directiva del Partido sobre cómo debían ser la producción musical o eran totalmente libres?
No, sólo tocábamos la Internacional y después huaynos como “Flor de Retama”. La única directiva era la de hacer un grupo que toque temas comprometidos.

-¿Por qué se separan de Patria Roja?
Después de ensayar en el local del Partido, nos dieron un local en Malambito con Moquegua. Yo era el responsable y tenía total libertad para hacer las cosas que tenían que ver con arte. Yo dirigía los talleres y tenía mucha ascendencia con los artistas y los amigos. Siempre hemos tenido libertad, no nos abrimos por divergencias ideológicas sino que el grupo empezó a tomar un poco más de vuelo pero nunca hemos dejado de tocar con ellos, pero ya no orgánicamente. En mi caso fue porque les presenté un proyecto para hacer un gran centro cultural y destinaron el dinero a otra cosa. Quería hacer lo que todos los partidos hacen: tratar de aglutinar jóvenes e ir cogiendo a los mejores para que puedan integrarse al trabajo político. Yo les propuse algo como el Averno pero en grande, una empresa con equipos de grabación, cine, vídeo, etc. Había plata, me dieron una oficina en Miraflores, carro, todo, pero al momento de darnos el billete para el proyecto se echaron para atrás. No dejaron que las nuevas ideas tomen posición, eran mezquinos.

-¿No volviste a militar en otra organización?
No. Soy militante del Averno. ¿Cómo voy a militar en dos sitios?

-¿Cómo empezó esto del Averno?
Con Del Pueblo siempre hemos sido censurados, toda la vida. Cuando recién salió «La Noche» en los 80, fui a hablar con Manuel Luna, en esa época tocábamos “Coche bomba”, “La rebelión se justifica”, “Aplastados por el tiempo”, etc. Manuel nos dijo: ‘Esas canciones no, toquen "Escalera al Infierno”’. Yo me asé y desde ahí nunca he tocado en «La Noche», en cambio Piero sí tocó allí. La gente ya sabe que cuando yo tomo una decisión, la tomo. Nos han censurado en varios otros sitios: en las radios, etc. Entonces pensaba en tener un lugar donde los jóvenes puedan venir y mostrar sus trabajos, decir lo que sienten, tener voz. En el 97 alquilamos esto, en el 98 empezó a funcionar hasta ahora, que ya son ocho años. Aquí todos los que han querido tocar han tocado, por aquí han pasado la mayor cantidad de grupos: los que han aparecido, los que han desaparecido, los que ahora son famosos, los que no. Y así en pintura, teatro, etc.

-¿Y el trabajo del Averno con la comunidad cómo lo ves?
Es difícil porque lo que prima es la ignorancia de la gente. Hay mucha gente que lo bueno lo ve malo y lo malo lo ve bueno. Ellos prefieren que haya ladrones, drogadictos, prostitutas, a que haya un centro cultural. Otros sí prefieren un centro cultural y erradicar la prostitución, la drogadicción, etc. Siempre nos han respetado.

-Tú has participado en un montón de movidas históricas [conciertos] del rock peruano, una de esas fue «Rock en Río Rímac». ¿Cómo sucedió?
La cultura oficial siempre ha tenido apoyo pero la cultura subterránea no. En Brasil hicieron un concierto que se llamó Rock en Río, en el 84. Aquí hicimos uno nosotros: «Rock en Río Rímac». Yo trabajaba en la Municipalidad del Rímac en esa época, cuando haces bien las cosas el Partido te destaca, fui a trabajar en cultura con Juan Villanueva, que era alcalde, y otros camaradas. Pero como los regidores eran de Izquierda Unida, a la hora de proponer y debatir en la Asamblea de Consejo, se oponían. Esos huevones creían que tocar guitarra eléctrica era imperialismo yanqui. No entendían y ahora, cuando me ven, me saludan, se acuerdan de «Rock en Río Rímac». Así hasta que lo aprobaron, convocamos, abrimos la puerta a todos los estilos: Narcosis, Leusemia, Guerrilla Urbana, César N, Miki González, Del Pueblo, Tercera Oficina, Kranium, Masacre, todos.

-Yo pensaba que, durante los 80, entre los punks y los metaleros había una rivalidad fuerte.
Ese era el problema. Yo les dije: “Aquí todos tenemos que aprender a soportarnos, entonces hemos decidido que tocan tres punks, tres rock’n’roll, tres metaleros. Todos, pero de tres en tres”. En cambio, ellos querían tocar por bloques: todo punk, después todo metal, etc. Queríamos una visión más integradora. Si querían tocaban, sino no, todos tocaron. Fue en la calle: en la esquina de Tarapacá con la Capilla. Gente como mierda. Un día entero y desde temprano. Terminó a balazos.

-¿Cómo terminó a balazos?
A las 12 de la noche había un montón de gente y llegaron dos carros land rover con policías, seguro los vecinos se quejaron. Justo en ese momento estaba tocando Narcosis “Sucio policía”, y todo el concierto empezó a gritar “sucio policía, sucio policía” a los tombos. La canción duró como una hora, los tombos agarraron y empezaron a disparar al aire. El carro entró hasta casi el escenario y la gente se abrió. Pelo Parado y todos salieron arrancados. A pesar de tener permiso de la Municipalidad los tombos se metieron. Lo agarraron a Rubén Suárez, lo llevaron al Servicio de Inteligencia. Yo me escondí como un mes.

-¿En qué otras movidas así estuviste?
En Rockacho también, se hizo en la Plaza de Acho. Dalmacia Ruiz Rosas le puso el nombre. Hicimos una cosa más profesional para que los grupos toquen con verdaderos equipos, con los que nunca en su puta vida habían tocado. Conseguimos dinero, yo conseguí la Plaza de Acho en un convenio con la Municipalidad, pero no podía estar metido en cuestiones de negocio por mi cargo. Entonces le dije a Franklin Jáuregui: “Tú te vas a poner allí compadre pero esto lo estamos haciendo la gente del Partido, así que mitad para el partido, mitad para la gente que ha chambeado”. “Ya”, dijo. A mí me saca pica que después, en su revista Esquina, saque: “A 20 años de Rockacho”, como si él lo hubiera hecho. Después vino el gobierno municipal del APRA y todo se fue a la mierda, esos son salvajes, no creen en nada. Igual mandaron a la mierda lo de la Carpa Teatro. El APRA era una mierda, tenían el ejército y el comando Rodrigo Franco. Yo en esa época hacía trabajo político. Yo no sé cómo no nos han matado, Piero dice lo mismo, porque hemos sido frontales. Han metido presa a la mayoría de nuestros amigos, a mi casa se han metido, me han detenido, hemos tenido que ayudar a gente, etc. Una vez en un concierto en la Concha Acústica del Campo de Marte nos rodearon los militares, entraron y nosotros estábamos tocando. Nos juntamos como una bola y salimos todos juntos, nos apuntaban mientras caminábamos como bola hasta la puerta, salimos hasta que llegamos a la esquina y volamos. En el Rímac también hacíamos teatro en las calles. En los 80 existía el «Motín», se presentaban más de 100 grupos de aquí de Lima. Con Barrantes, una vez al mes, se cerraba La Colmena y toditito era arte y teatro. Yo era parte del equipo de chamba, por eso me dieron un quiosco aquí en la primera cuadra de Quilca. En esa época hacía conciertos en la calle. Mira lo que dice esta agenda de 1988: “Viernes 18 de Noviembre: primera salida a tocar en la calle con equipo eléctrico, percusión. Piero, Jorge, Toño1, Toño2. Poesía: Roger Santibáñez y Dalmacia Ruiz-Rosas. Quilca 6 pm. Tocada histórica por ser callejera con el apoyo de la pollería Don Alejandro y Gato Nuevo, dándonos corriente”. Después el huevonazo de Paco, en el libro de Daniel F, dice que él descubrió Quilca. Hay una mancha en la que está Daniel F, Malca, Pedro Cornejo, Willy Jiménez. Toda esa mancha trata de ocultar todo lo que la gente que hace fusión hemos hecho. Desde la época del 81 que aparecieron las dos vertientes: la del rock punk y la de la fusión. Pedro Cornejo nunca ha nombrado al «Averno». A Del Pueblo lo nombra no como una corriente sino como un grupo más. No habla de la proyección histórica en cuanto a la identidad, ahí pierden. Entonces Rafo Ráez habla bien de Pedro Cornejo, Pedro Cornejo habla bien de Daniel F, Daniel F habla bien de los otros dos, los tres hablan bien de Oscar Malca y Oscar Malca habla bien de todos ellos.

-¿Siempre te interesó hacer fusión?
Primero hice rock, pero para hacer fusión hay que hacer antes música totalmente nativa y nos metimos a hacer sicuri, ayarachi, etc. Hatarisun se llamaba el grupo, esto es antes de Del Pueblo. Por eso Piero miente cuando dice que a él se le ocurrió hacer fusión, estas agendas son la prueba de que yo propuse hacer fusión pues anteriormente ya lo estaba haciendo con Franco, el charanguista que yo llevé al grupo Del Pueblo. Yo ya estaba aburrido de hacer folclore y huayno. Richard Silva y Piero nunca dicen eso. Yo llevé al primer bajista y al primer baterista al grupo. Mira, aquí en esta otra agenda: “Le sugerí a Franco hacer un arreglo a la canción de Kallamachu, en la segunda parte que experimentara un punteo que esté fuera de la melodía pero que tenga que ver con el trabajo armónico y sin perder el sentido de folclore. El acompañamiento iba a ser igual con el mismo golpe y compás, solamente que con la guitarra tenía que improvisar. Eso que íbamos a hacer representaba un avance y a la vez una nueva forma de interpretar el folclore, es decir, tratar de hacer nuestro propio folclore según nuestra época y el siglo en que vivimos y de esa forma crear una nueva canción”. Estaba planteando meterle pastilla al charango, cosa que era un pecado. En la Cabaña tocamos sicuris con batería. Por mi madre, no te miento. Con Del Pueblo yo mismo llevé el charango a ponerle pastilla donde el negro Rigo, nadie usaba esa vaina. ¿Tu crees que después de hacer eso no voy a proponer a Del Pueblo hacer fusión? Y Piero no dice eso, no reconoce lo que he propuesto, pero en su conciencia le debe remorder todo. Pero yo siempre tengo aquí estos cuadernos, apunto porque nada me cuesta comprar un cuaderno y apunto como si fuera un acta. No es una vaina intelectual, apunto no más: “me reuní con Miyagui, hablé tal cosa, nos reímos, etc.” Cuando yo escribí todo esto no sabía que iba a existir Del Pueblo.

-Pero tú sigues tocando con Piero…
Es que es mi mujer, pues.

-¿Cómo ves el futuro de la escena subterránea?
No pasa nada, no hay esencia. Si aquí la mayoría es andina. Lo que predomina acá es la música tropical andina, acá la mayoría no es rock. Y cuando salen grupos como Gaitán Castro, esos nos tienen como referentes a nosotros, ellos nunca usaron teclados, batería, bajo eléctrico. Nosotros fuimos los primeros, somos los Sex Pistols de esos huevones.

-¿Y Kilowatt?
De mi barrio es, vivíamos a tres cuadras. Tocaba rock’n’roll con su grupo Kola Rock. En esos años había buenos grupos, todos tocaban parejo. El tema era la actitud, no la virtuosidad. El punk lo que niega es el virtuosismo. En los 70 grupos como Pink Floyd, Led Zeppelin, etc., tenías que ser músico para tocar allí y los punks nacen negando todo eso. ¡Qué virtuosismo ni nada, la vaina es la actitud! No sabes tocar guitarra?, no importa, toma y agarra. No sabes tocar batería?, no importa, toma y agarra. Toca nomás, compadre, y a la mierda. Lo que valía de los grupos era la autenticidad y la extracción de clase y también lo que decían. O sea Eutanasia era muy diferente a G-3. Unos tenían los mejores equipos, otros unas huevadas todo hasta las huevas.

-¿Cómo fue la relación entre la música y la política en la movida subterránea?
Lo que más primó fue la anarquía y los anarquistas siempre han estado en contra de todo y de lo que era organización política. Renegaban de los políticos, el Congreso, todo. No construían ninguna opción orgánica ni siquiera musical porque todo era actitud. Pero en la vida no todo puede ser actitud, por eso no crecieron y hasta ahora están divididos. La otra vez me crucé con José Galicio de «GJ Records» y me dijo: “negro, el rock nacional ya se fue a la mierda, voy a vender todas mis cosas”. Dice que todo se ha comercializado y cuando el comercio se apodera de la situación se va a la mierda. Cuánto tienes cuánto vales, cuando trabajas por el billete ya es otra cosa.

-¿Por qué crees que se da ésta crisis?
Es que estas últimas generaciones no creen en nada. Por ejemplo, los jóvenes tienen razón en no creer en la Iglesia, curas que paran cachando, cosa que no es malo pero lo que sí es malo es la hipocresía; después la policía corrupta, los poderes del Estado son corruptos, no hay nada y los jóvenes no creen en nada. Los que están vinculados a la creación artística de alguna manera están influenciados por el entorno donde viven. Son dos generaciones incrédulas. Imagínate: tener otra vez un presidente ladrón.

-¿Cómo has vivido los procesos de politización y despolitización de los sentidos de vida durante los 80 y los 90?
He sentido un regreso de los jóvenes a creer en la política, en algo. Gente que conozco, chibolos han estado apoyando a Humala.

-Pero eso reduce lo político a lo electoral. ¿Están construyendo alguna propuesta orgánica?
No, pero se empieza cuando recobras la esperanza en algo. Hay gente que está hasta las huevas y cree en Dios. Para mí Dios no existe ni tampoco te va a solucionar nada, pero a partir de la creencia en Dios hay mucha gente que ha mejorado. Ellos creen que Dios les ha hecho cambiar pero son ellos mismos los que han cambiado, han recuperado valores, chambean. A no creer en nada, yo creo que es mejor creer.

-¿Qué proyectos tienes ahora?
Como he estado trabajando como 5 años en «Brisas del Titicaca» he aprendido a tocar muchos instrumentos de viento, música de las comunidades, etc. Quiero hacer música electrónica contemporánea conservando la línea melódica tradicional. Es al revés de lo que planteaba hace años, que era cambiar la línea melódica conservando la base. Eso lo puedo hacer sólo porque en la computadora lo hago todo.

-¿Qué te parece la fusión que hace Miki González entre la música nativa y la electrónica?
No pasa nada. Esa vaina va a sustentar lo que siempre he dicho: Miki González nunca ha hecho nada. Los sicuris que salieron en su concierto tocan conmigo. A esa melodía tradicional el pata le ha puesto sonidos raros encima, lo mismo hace con los Ballumbrosio, etc. Donde va la ola ahí esta él, siempre ha hecho así. Mi pata que es hincha de la música africana me enseñó un CD y todo era igualito a lo que hacía en la época de “Akundún”. Cuando yo me metí a hacer fusión estuve 8 años tocando sicuris, tuntunas, etc. Es distinto de traer a los que tocan, hacerlos tocar y encima meterle cualquier cosa.

-Mi padre tiene un LP de Del Pueblo Del Barrio, le doy la vuelta y no están entre los músicos ni tú ni Piero…
Karen Bernedo está haciendo la historia del grupo. El otro día vino y estábamos Piero y yo. Karen nos hizo la misma pregunta y le dije a Piero: “habla pues, ¿lo expulsamos a Richard Silva del grupo, o no?” Porque siempre habla cosas que no son. Y Piero tuvo que aceptar que sí lo expulsamos porque Richard siempre quería ser el director y nosotros no aceptábamos eso. Después Richard comenzó a vender el cuento de que había división en el grupo, como si él fuese la mitad del grupo. Pero ahora Piero ya ha dicho la verdad y está grabado, porque antes siempre se hacía el huevón. Nosotros sacamos a Richard en asamblea, porque éramos gente de izquierda y todo lo decidíamos democráticamente. Entonces, Richard Silva se fue y buscamos otro charanguista. Al mes vino «Chupete de leche» Alfredo Rossel, y nos dice: “Oye, Richard Silva está grabando los temas del grupo Del Pueblo con los músicos de Miki González, que le ha prestado a los músicos”. Y efectivamente, Silva había grabado temas de nosotros, de El Polen, de Arturo Ruiz del Pozo. No solo nos cagó a nosotros sino a varios. “Orgullo aymara” es de El Polen, lo iban a sacar y sin decirle nada al Polen, Silva lo grabó. “Gregorio” es de Arturo Ruiz del Pozo y lo hizo para la película “Gregorio”, sin decirle nada grabó e hizo su LP. Piero juró nunca más tocar con ese huevón por desleal, después cuando vino Silva de Europa, después de 10 años, volvió a tocar con él. Piero es traidor. Cuando nosotros fuimos a la APDAYC a reclamar, nos dijeron: “¿qué más quieren?”. Esto porque la empresa disquera CBS les rompe la mano a esos huevones. Esa es la entidad que defiende los derechos del autor y el compositor: tú vas a reclamar por algo que han grabado sin consentimiento y te dicen “¿qué más quieres? Vas a ser conocido”. Esos conchasumadre son así, una cagada. Toda la vida han sido una mafia: robar, cobrar y no pagar a los autores.

-¿Y SAYCOPE?
Es la contraparte, la gente son más camaradas, gente de izquierda. Ahí está Manuel Acosta Ojeda. El APRA le quitó el poder y se lo dio a los otros huevones.

-¿Cómo defines tú la relación arte y política?
Cuando el arte tiene contenido es político. Desde que agarras un instrumento como la quena o la zampoña, que a pesar de los 500 años se sigue tocando, es porque es un instrumento de resistencia. Los españoles cuánto hubieran querido que desaparezcan, pero no han podido. Desde que tú agarras ese instrumento ya eres un subversivo. Claro que hay forma y contenido. Depende del “para qué”. No vas a comparar un tema de nosotros con uno de Miki González. De repente él puede tener mejor técnica pero en lo que uno dice y hace, la propuesta es totalmente diferente. Todo lo que es folclore no es revolucionario, hay temas reaccionarios.

-Tus palabras finales…
El proyecto del futuro tiene que ser colectivo, manejar la reciprocidad, el intercambio. Rescatar lo mejor que nos han dejado nuestros antepasados: aquí no existía la moneda, las casas no tenían puertas. Los españoles han traído las puertas, conchasumadre, para esconder todo lo que se robaban. Imagínate esa moral elevada, el respeto a la tierra. Ahora los jóvenes no respetan a la tierra, la que nos da el combo.

Fuente:
El Señor Miyagui Contraataca (blog), jul. de 2007.