miércoles, 4 de junio de 2008

"10 CANCIONES CON LAS QUE ME HICE SUBTERRÁNEA": COCÓ REVILLA cuenta su historia (2005)

A continuación, y desde una perspectiva inusual para la movida subte, el valioso testimonio de Jorge «Cocó» Revilla, también conocido como «Cocó Ciëlo», quien, tras partir del Perú hacia fines de los 80, forma en España la banda Silvania (1990) junto a Mario «Tifoidea» Mendoza, ex bajista de la primera formación de Eutanasia.

10 CANCIONES CON LAS QUE
ME HICE SUBTERRÁNEA
(Lima, 1982-1988)

(Subterraneans/ David Bowie)
Share bride failing star

Care-line
Care-line
Care-line
Care-line driving me
Shirley, Shirley, Shirley own
Share bride failing star

(Grauzone: “Eisbar”)
Recuerdo que la movida subterránea era muy atractiva para mi por el tipo de energía que desprendía mas que por su música. Yo obviamente tenia otros referentes, más new romantic y after punk, música que venía escuchando desde los 13 años en radios alternativas limeñas como fm 93 o Doble 9, lo mío no era el punk de protesta que todos esos grupos practicaban. La verdad había muchas cosas por las que protestar en esa época, pero lo que yo buscaba era otra cosa. Quizá buscaba más el inventar un mundo paralelo que gritar palabras altisonantes.

(Visage: “Fade to grey”)
No es que me faltara rabia, al contrario, creo que sólo el hecho de meterme a fondo en ese movimiento subterráneo significaba mucho para alguien como yo, alguien que no conocía las calles apenas y que jamás había puesto el pie en barrios como Barrios Altos, Comas o Rímac, que es donde estos conciertos se celebraban. Yo tenía 15 o 16 años porque recuerdo que aun no había terminado el colegio cuando empecé a interesarme por todo esto, al principio estaba muy desilusionado porque la música era extremadamente guitarrera para mí pero me gustaba la gente.

(Human League: “The things that dreams are made of”)
Antes ya había intentado formar algún un grupo con algunos amigos del colegio pero era más soñar despiertos que hacer música. Genética Gótica fue el nombre de uno de esos experimentos, con el que hice por vez primera una tentativa de actuar en «No Helden», me hice amigo de Paul Hurtado que regentaba el «No Helden» (y antes «No Disco»), las únicas discotecas new wave de Lima, recuerdo que los viernes después del colegio corría a vestirme y maquillarme como a mi me gustaba y me iba a «No Helden», creo que Paul Hurtado estaba asombrado y encantado de que alguien tan joven tuviera tanta curiosidad y pasión por la new wave y nos hicimos muy amigos....

(Echo and the Bunnymen: “Rescue”)
En el «No Helden» conocí a Kilowatt, (mítico subterráneo q.e.p.d) y él me invitó a algún concierto subte, creo que "Rock en Río Rímac". Luego ingresé a la Universidad, primero a la de Lima, luego a San Martín y paralelamente en San Marcos y más o menos por esa época empecé a introducirme más en el meollo del asunto. Fueron dos años intensos en los que conocí mucha gente, con tanto o más entusiasmo que yo por estar viviendo "algo" nuevo. La aparición de un concierto subte, con un "pogo dance" y entrevista sensacionalista en la televisión, hizo que el numero de seguidores aumentara. Entablé amistad con toda la formación de Leusemia de la primera época, me encantaba el proyecto ruidista y repetitivo que Kimba tenía en Los Yndeseables, muy influenciado por PIL y otros after punk. Y también me gustaba Zcuela Crrada porque tenían un toque lírico que les distinguía de los otros.

(The Cure: “Griding halt”)
Ya no me acuerdo como, pero de repente me encontré formando con Carlos Magán «Bowie» una especie de proyecto after punk, compusimos algunas canciones de las que luego "otra" banda se adueñaría. En algún evento me hice amigo de Hoover y luego instantáneamente de Támira con los que formamos un embrión llamado Salón Dadá, que luego sería Col Corazón, la verdad no hacíamos mas que hablar de música y soñar... Pasábamos las tardes haciendo cadáveres exquisitos (poemas surrealistas) y nos montábamos nuestro propio mundo, luego entraron en contacto con una chica guitarrista y sacaron Salón Dadá adelante: Hoover, Támira y "esa chica". Fiestas, conciertos continuos, casi quincenales, terminaron por hacer que el movimiento subte tuviera bastante identidad. Alternaba el «No Helden», para bailar y escúchar after punk, con eternos vagabundeos en grupo por la ciudad escandalizando con nuestra imagen, me encantaba mostrar mi cabeza mitad-afeitada-flequillo-andrógino junto a todos esos cómplices. Un puesto ambulante de maquetas y fanzines: «La Nave de los Prófugos», en las escaleras de la universidad Villarreal, era el punto de encuentro.

(Velvet Underground: “Venus in furs”)
Yo estaba muy interesado en el travestismo callejero y otras locuras así que no se me podía tomar muy en serio para formar ningún grupo, ya que me había convertido en una figura nocturna escurridiza. Ya no le tenía miedo a mi ciudad ni a ser diferente. Encontré que el movimiento «subte» empezó a politizarse demasiado y no me gustaba nada perder mi tiempo hablando de la «sociedad», y quizá sea por eso que me adentré en las oscuridades callejeras de Lima buscando o encontrando, no se.

(Lydia Lunch: “Agony is the ecstasy”)
Por esa época, 1986-87, había decidido ser un "freelance performer", y me subía a los escenarios de imprevisto en cualquier evento subterráneo. Recuerdo especialmente mis intervenciones en el teatro «Cocolido» y el teatro «La Cabaña», totalmente enajenado por mi propia locura: gritaba, berreaba como un animal, me rompía la ropa y lanzaba manifiestos absurdos, sobre ruido caótico de guitarras. Era mi manera de expresar mi diferencia. El público se volvía loco la verdad. Luego hice lo mismo en la Universidad de San Marcos en algunos eventos, pero todo era ya mucho mas radical: una amiga con un saxofón que no sabía tocar, otro amigo con el ritmo marcial de una tarola de batería y yo con un candelabro encendido y mi voz a medio camino entre la ópera y el desafine total!! .Otra vez hice algo en «No Helden» con una caja de ritmos, un micrófono y mi voz, ya ni me acuerdo de mis compañeros de escenario, creo que ellos estaban tan sorprendidos como yo de mantener al público tan atento a nuestras intervenciones nihilistas. De las que sí nunca me olvido es de Támira Basallo (de Col Corazón) y Susi Torres (la pintora actual), ellas eran mis compañeras de fantasías.

(David Bowie: “Heroes”)
Todo esto tenía su lado amargo, eran años de demasiada militancia y suspicacia, demasiados complejos de clase social mal encausados hicieron que de repente, en la Universidad de San Marcos, nuestros compañeros nos empezaran a tildar de "grupúsculo de pequeño burgueses decadentes, intelectualoides, poetas, superficiales, asexuales, etc., etc., etc.". Había discusiones acaloradas entre grupos, en los fanzines, en los conciertos. El cantante de Vox Propia publicó un manifiesto dirigido directamente contra mí y mi círculo más cercano. Los amigos de antes eran ahora enemigos. Puede que en esto esté alguna de las claves por las que al final terminé yéndome de Lima. Justo cuando creía que había encontrado un mundo mío me di cuenta que era nuevamente marginado, ser diferente era criticado también por los que hacía muy poco habían sido entusiastas rebeldes, por la gente del propio movimiento subte. Otros proyectos musicales míos, todos muy experimentales: El Único Eunuco (noisy tekno pop oscuro) con Pedro Santillana, o Los Huecos (noise a lo Jesus & Mary Chain) con Mario, con el que mas tarde en Europa formaría Silvania. Me empecé a interesar en la nueva ola peruana de los 60’s: los Yorks, Silvertons y Belkings.

(Cocteau Twins: “Aikea Guinea”)
Musicalmente Támira, Susana y yo oíamos de todo. Creo que lo que mas nos entusiasmaba eran los Cocteau Twins y el sonido 4ad de esa época, nos elevaba radicalmente de esa realidad tan dura que vivíamos en la Universidad. Pero teníamos los oídos puestos en todo lo novedoso. Col Corazón estaban muy alucinados con Cocteau Twins y me encantaba ir a su casa y verles ensayar, creo verdaderamente que fueron una maravilla, lograban una música muy elaborada con muy pocos medios y eso es para mi la creatividad, sobreponerte a la escasez material con abundancia de ideas y de trabajo. En 1988 me fui a Europa con una cassete de un ensayo de Col Corazón, en la que yo casualmente toque la caja de ritmos. Solía ponerla para recordar la densidad del cielo de Lima.

Fuente:
Blog de «Antártika» en MySpace (fechado en dic. 6 de 2006, aunque el primer comentario del post lo está en 18-V-05). La fotografía fue tomada de la misma página.

2 comentarios:

markopunk dijo...

QEPD Cocó Cielo

Anónimo dijo...

Il semble que vous soyez un expert dans ce domaine, vos remarques sont tres interessantes, merci.

- Daniel